El Espacio Vecinal Arganzuela, más conocido como EVA, es un centro social autogestionado por las vecinas del barrio de Arganzuela, en Madrid. En 2017, el Ayuntamiento de Manuela Carmena les cedió el edificio donde antiguamente se encontraba el mercado de frutas y verduras, en desuso desde la apertura de Mercamadrid.
El contrato de cesión duraba cuatro años, con posibilidad de renovar por otros cuatro. Sin embargo, el nuevo consistorio de Almeida, en su línea de guerra contra los centros sociales, ha negado su renovación alegando la necesidad del espacio para un dispositivo del Samur Social, pese a que como denuncian las vecinas, existe una nave paralela disponible donde podría situarse este dispositivo, sin tener que desmontar un centro social clave para el barrio y para la organización popular de Madrid.
“Sabemos que a Almeida no le gustan los centros sociales” explica Leti, vecina del barrio y miembro de la Asamblea de EVA, “no quieren que la ciudadanía esté en un ocio alternativo, que la gente haga tejido social”, añade.