Fraguas Revive | Concentración repoblar no es delito

Numerosas personas se han concentrado esta mañana ante la Audiencia Provincial de Guadalajara para apoyar a las seis personas de Fraguas Revive que están siendo encausadas por intentar frenar la despoblación en la zona. Todas ellas se enfrentan a elevadas multas económicas y penas de cárcel por repoblar el pueblo abandonado de Fraguas, ubicado en un parque natural de Guadalajara.

Los orígenes de Fraguas Revive se remontan al año 2013, fecha en que un grupo de personas coincidió con un objetivo común: encontrar un pueblo abandonado cerca de Madrid, recuperarlo y llevar una vida rural. El proyecto estaba pensado para ser sostenible, autogestionado y ser desarrollado en comunidad.

Encontraron el pueblo de Fraguas siguiendo la pista que les dio un guarda forestal y allí llegaron y se asentaron. Cinco años después habían levantado tres casas con mucho esfuerzo, ayuda y técnicas tradicionales (madera, piedra y adobe). Una iniciativa que no gustó nada a la Junta de Castilla-La Mancha. Y como propietaria del monte público, denunció a las y los jóvenes repobladores por urbanizar un parque natural. Sus argumentos son que Fraguas no es un pueblo, que perdió la catalogación de urbanizable en los sesenta cuando fue expropiado y que ahora, por tanto, no puede ser habitado.

Ahora, las seis personas de Fraguas Revive que han intentado combatir la despoblación en zona rural se enfrentan a una pena que entre todas suma hasta 26 años de prisión (cuatro años y seis meses cada uno) y 27.000 euros de fianza. Esta cantidad sale del cálculo de lo que costaría tirar abajo las tres casas que han levantado durante el último lustro. 

Isaac Alcazar es una de las seis personas de Fraguas Revive que se enfrentan a penas de cárcel. Esta mañana, durante la concentración, explicó así su conflicto.